Monday, January 15, 2007

Mi Viaje a Álamos, 2006.

El Callejón del Beso

Hola que tal amigos y amigas, de Sonora, de México y de toda la República mexicana, el día de hoy les quiero narrar mi grata experiencia de mi viaje que realicé a La ciudad de los Portales, que es Álamos, Sonora, centro histórico, cultural, político y económico del estado de Sonora que tuvo su auge durante la primera mitad del siglo XIX, principalmente en la minería y el comercio. Este viaje lo realizé del 15 al 18 de diciembre del 2006, por diversos motivos. En primer lugar como un sueño de fin de año; en segundo lugar, como un premio a mi excelente desempeño académico que tuve en el último curso teórico en la maestría; y tercero, como para cerrar el llamado “Sonoran Tour, 2006” que cumplí durante el transcurso del año pasado. Para aquellos que no sepan qué es “sonoran”, pues es el gentilicio de “sonorense” en el idioma inglés.

Así que la aventura cultural resultó un éxito, consiguí un buen cuarto de hospedaje, con todos los servicios para estar cómodo y a un precio aceptable (ni caro ni barato). Esta es la primera vez que iba a esta bella ciudad del suroeste de Sonora, y que ya desde hace tiempo anhelaba conocer de manera directa sus construcciones y edificios históricos, la mayoría de ellos del siglo XIX. Todavía no entiendo el porqué Álamos es considerada como la “ciudad más colonial” de Sonora, si su casco urbano es del XIX. En fin, eso es menos que importa. Álamos también ha sido cuna de importantes familias de abolengo político, económico y social, principalmente de los Almada, que en el XIX dieron mucho de que hablar sus miembros primero cuando se separan de Sinaloa para pertenecer a Sonora, después con la llegada del gral. Ignacio Pesqueira García al gobierno estatal y con la intervención francesa en la entidad cuando esta familia se divide para defender intereses republicanos o imperiales. Alamos también fue la cuna de uno de los sonorenses más influyentes del XIX tardío, como Ramón Corral V., bisabuelo del que fuera el candidato del PAN a la gubernatura del estado en el 2003. En realidad, son muchos los nombres y personas que han hecho grande a esta bella ciudad.

Quedé sorprendido al recorrer las calles de esta joya sonorense porque todavía por mucho mantiene una fuerte tranquilidad en sus calles y callejones; no está “invadida” de cadenas comerciales de origen estadounidense como Wall Mart, Costco, Woolworth, Sam´s Club, MacDonald´s, Kentucky o Pizzas Hut, entre otros. Qué bueno que todavía no llega la globalización a este lugar, fenómeno que genera explotación de personas y de recursos naturales. La comida que se consume es generalmente casera o hecha por personas, no por máquinas, o que estén semi-preparadas como las de origen gringo.

Sábado y domingo, fueron los días para recorrer lo más que pudiera la ciudad, no dejé de cruzar alguna calle importante para conocer las viejas casonas, la mayoría de ellas restauradas, algunas partes existe adoquín en vez de asfalto o cemento, se está instalando cableado subterráneo para que el centro comercial tenga una buena imagen,. Visité y entré al famoso “Museo Costumbrista” (que aparece en la portada del tomo III de la Historia General de Sonora, 1985). De verdad, quede asombrado por la cantidad de materiales de contenido histórico: monedas, cuadros de personas, artefactos, fotografías, documentos antiguos, artefactos caseros, pinturas, mapas, etc. Esto es una riqueza visual para alguien que ama la historia y las antiguas tradiciones de nuestro pasado sonorense. La entrada, sólo diez pesitos para disfrutar al menos una media hora de recorrido. En frente del museo, está su Kiosco característico y la famosa Catedral que aparece en muchos textos de historia de Sonora, el principal símbolo de los alamenses que los identifica a nivel estatal y nacional. Esos días caminé me di cuenta que no hay gente en las calles, ¿será que salen de compras muy temprano o salen en la tarde a pasear?

También fui al “Mirador” de Álamos para apreciar mejor la ciudad desde un punto alto, no me cansé al subir la loma, pues cuento con una preparación física para caminar por terrenos altos y predrosos. Además esto me sirvió como ejercicio y terapia. Después visité el panteón local, el cual si fue la decepción porque está descuidado y está en las afueras de la ciudad. No se diga del Palacio municipal, construido de ladrillo y de dos plantas durante la época porfirista, es algo que no se puede dejar de ver; también pasé por una vieja construcción ya derrumbada donde está una leyenda que fue propiedad del actriz María Félix, la “diva del cine mexicano”, pero no encontré el museo que está dedicado a su memoria y trayectoria. Imaginaba que no existía algún mercado local, pero sí solo que es muy chico en extensión.

En general, Sus habitantes son atentos y corteses con los visitantes que piden información. Me enteré además, que muchas de las casas bonitas son propiedad de gringos ya mayores que regresan a Sonora escapando de lo helado de su país, pero que huyen de aquí cuando llega el mes de junio por el calor a su patria. No note personas que estuvieran sin oficio ni beneficio, principalmente jóvenes. Todo estuvo tranquilo y mucha seguridad pública. Por cierto, la carrera estatal Álamos-Navojoa, estaba en proceso de ampliación para tres carriles.
Según lo que he escuchado, La Ciudad de los Portales está considerada como uno de los veinte municipios de carácter histórico-colonial del país, y que por lo tanto, he tenido proyección nacional y recursos de corte federal. Aprovechando mi visita, antes de partir no puede dejar pasar la oportunidad de traerme un recuerdo: una camiseta con el logo de la ciudad: la Catedral. Sólo espero que nunca cambie su fisonomía de ciudad tranquila y que no sea “invadida” por el fenómeno de la globalización porque conserva la esencia de un lugar que guarda la esencia de lo que fue en el siglo XIX. Por último me he prometido volver nuevamente a Álamos en un periodo no mayor de cuatro años, pero cuando lo haga será porque ya tenga un trabajo formal, un vehículo-automotor y una pareja definitiva (opcional)…. ¡¡ Qué así sea !!

2 comments:

  1. Es preferible mejor ir a visitar los pueblos bellos de nuestro estado, en vez de andar visitando Phoenix o Tucson, lugares gringos en donde no van a gastar en que en su propia tierra, que no sean tan malinchistas.....

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  2. Es preferible mejor ir a visitar los pueblos bellos de nuestro estado, en vez de andar visitando Phoenix o Tucson, lugares gringos en donde no van a gastar en que en su propia tierra, que no sean tan malinchistas.....

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