ATLANTE, nuevo campeón del futbol mexicano...

Aquí están los héroes desconocidos. A. Nkong, al centro.

Hola a todos y todas, saludos ya estamos en el mes más padre y más desmad… Del año: Diciembre y sus posadas, ya que se acerca la Navidad con muchos regalos y convivios entre amigos y familiares. Pus bien, saludo a todas las porras del Atlante de todo el país por la conquista de su tercer título de Liga en su añeja historia deportiva, pues muchas felicidades a toda la estructura directiva, administrativa, deportiva, pero en especial a todos los jugadores, quienes a lo largo de todo el torneo de Apertura 2006 demostraron una consistencia en su juego y accionar tanto de locales y visitantes.

En la final, la figura del torneo, fue su superportero el argentino Federico Villar, quien le atajó todo a la inoperante, torpe, ineficaz y aletargada delantera de sus llamados GATITOS de la UNAM, quien en otros dos partidos más no le hubiesen podido hacer gol, que jugadores tan maletas los mininos.. Pero vean el golazo del chaval Ovalle a cinco minutos del final, un joven y heróe desconocido que anotó un gol de antología al estilo del brasileño “Kaká”, ya que ni el mismo italiano Buffon lo hubiese detenido, menos el jugador maleta de Sergio Bernal, el portero de Pumas. Ni que decir del joven delantero venezolano, Giancarlo Maldonado quien llegó a México sin tener un cartel de renombre al Atlante, y que en poco tiempo se adaptó al futbol mexicano. Lo mismo que ese “morenito” de origen camerunés llamado Alain Nkong quien estuvo a punto de no ser registrado por el club, y que nadie daba un peso por él.

El Atlante es un digno campeón, pese a que para esta temporada no contrató grandes y caros futbolistas como los POLLUELOS del AMÉRICA, CRUZ AZUL o el MONTERREY, que el primero sirvió pa´ puras vergüenzas en todo este año 2007; se quedó como el perro sin las dos tortas, ya que al parecer su directiva está empeñada que abrir la chequera es sinónimo de títulos ganados. Además, el nuevo campeón Atlante, tuvo que enfrentar cambio de sede, de jugar en la ciudad de México para irse a las paradisíacas playas de Cancún, Quintana Roo. Hecho, que en muchos casos, los equipos tardan mucho en adaptarse, sufren y pagan las consecuencias de un cambio radical.

Esta vez el futbol y el destino quisieron que un equipo modesto en su plantilla y con pocas posibilidades de trascender en el torneo local y con cambio de sede, se hubiese coronado Campeón de manera brillante y merecida. Ese es el “equipo del Pueblo”. Felicidades en hora buena.

Arriba el POTRO DE HIERRO, del CARIBE…