Thursday, April 16, 2009

El regreso de un “Vasco” salvador. Javier Aguirre otra vez técnico de la selección nacional, sus primeros años como entrenador profesional, 1994-2001




Por Eduardo Marcos


El día de hoy hace unas horas, el técnico mexicano Javier “Vasco” Aguirre fue presentado ante los medios de comunicación deportivos nacionales, como el nuevo entrenador de la selección nacional de México en presencia de Decio de María y de Néstor de la Torre, ambos federativos de la FEMEXFUT. Como se sabe, Aguirre sustituye al sueco Sven Goran Ericcson, quien fue cesado el pasado día 2 del presente mes luego de que el cuadro nacional cayera ante Honduras por 3-1 en San Pedro y mostrar un tibio accionar futbolístico en dicho juego. Este es el tercer cambio de entrenador nacional y cuarto en el actual ciclo mundialista 2007-2010 después de pasar por el banquillo Hugo Sánchez (2007-´08), Jesús Ramírez (2008) y el sueco Ericcson (2008-´09).

El compromiso del “Vasco” es clasificar a México a la próxima Copa Mundial de la FIFA del 2010 a celebrarse en Sudáfrica y ofrecer una aceptable actuación en ese evento internacional. Es de destacar también que en un principio Aguirre no tenía en mente volver a dirigir al Tricolor o en algún club del futbol mexicano de la primera división nacional, pues su intención era continuar en Europa a la espera de ofertas de clubes europeos de las principales ligas de ese continente en el cercano verano, como la inglesa o la española. Esto después de su injusto cese a principios de febrero del año en curso al frente del polémico Atlético de Madrid, ante una serie de malos resultados.

Ahora con su segunda etapa como estratega nacional, en esta ocasión en mi blog publico una amplia semblanza histórica-profesional de Aguirre desde su inicio como técnico profesional y con sus principales sucesos desde 1994 hasta el 2001. Me hubiera gustado mucho escribir toda su biografía profesional hasta principios del 2009 cuando fue despedido del Atlético de Madrid. Pero sería mucho material y que no concluiría hoy. Quizás en el futuro lo haga de manera personal esa parte. He aquí la historia narrada, toda teniendo como fuente mi memoria histórica personal, por ser testigo y espectador del futbol nacional e internacional.

El recuerdo más lejano que tengo de Javier Aguirre Onaindia, fue cuando formó parte del cuerpo técnico de la Selección Nacional que disputó la Copa Mundial de Estados Unidos 1994. En ese entonces, era auxiliar técnico del Dr. Miguel Mejía Barón, titular de esa selección que hizo vibrar a millones de mexicanos al empatarle a Italia 1-1 y terminar como líder del grupo E, llamado también como de la muerte, debido al alto nivel que todas las selecciones habían presentado durante sus respectivas eliminatorias. Después al parecer siguió con Mejía Barón hasta la eliminación del Tricolor en la Copa América de Uruguay ´95, a manos de los Estados Unidos en penales en la ronda de cuartos de final, después yo no supe más de él.

En enero de 1996 fue nombrado técnico sustituto de los Potros de Hierro del Atlante de la primera división nacional, al ser cesado el argentino Ricardo Antonio Lavolpe, ante los malos resultados de la escuadra azulgrana. Esa fue la experiencia del “Vasco” como técnico en jefe; sin embargo, no pudo hacerle muchas mejoras al equipo y después de unas 10 u 11 jornadas fue despedido por la directiva al término de la temporada 1995-´96. Curiosamente en el inicio de los torneos cortos en México, Mejía Barón firmaría contrato con los Potros y no lo contempló como parte de su cuerpo técnico.

Antes de continuar, lo poco que sé de Aguirre en su trayectoria como jugador profesional a través de los medios de comunicación, es que debutó como tal en el América a finales de la década de los 70, después estuvo en un club llamado Aztecas de la liga mayor de los Estados Unidos, así como en el Atlante, Guadalajara y CA Osasuna, éste último de la primera división en España. Pero sin lugar a dudas, el mejor momento de Aguirre como jugador fue en el América, equipo con el cual alcanzó el campeonato de Liga en la temporada 1983-´84 al vencer 5-3 global al Guadalajara y que incluso marcó el 3-1 definitivo en la vuelta celebrada en el estadio Azteca. De esas imágenes y hasta que fue auxiliar de Mejía Barón en la selección mexicana, siempre lució una cabellera esponjosa (como la de un león), muy en contraste con su actual look.

Nuevamente se volvería a perder en el horizonte futbolero por un buen tiempo después de su breve y significativa experiencia con el Atlante hasta en el Invierno ´98. En ese lapso, creo que continuó preparándose más como técnico, ya que durante un partido amistoso entre las selecciones de México y Brasil disputado el 30 de abril de 1997 y previo al duelo, los principales comentaristas de Tv Azteca le había pedido su opinión qué resultado esperaba del Tri frente al pentacampeón mundial, a lo que respondió que una derrota de 0-2 (finalmente fue goleada de 4-0). Como seguía, Aguirre volviera al contexto futbolero activo cuando se hizo cargo del Pachuca tras sufrir cinco derrotas consecutivas (entre las fechas 2 y 6) y que su entonces técnico, el argentino Andrés Fassi fue cesado.

Los directivos del Pachuca no querían volver a repetir la misma historia de 1996 y 1997 cuando el cuadro albiazul descendió a la Primera “A” en su campaña de ascenso. En agosto de 1998, el cuadro hidalguense había ganado su boleto como nuevo equipo en la primera división frente a Tigrillos de Cd. Juárez y habían comprado importantes jugadores para el Invierno ´98 y Verano ´99. Aguirre tomaba a un equipo urgido de puntos para salir del último lugar de la tabla porcentual, sabiendo que su porcentaje es volátil para cualquier equipo recién ascendido. Recuerdo muy bien, que Aguirre debutó al enfrentar al América en el inicio de la fecha 7; fue un viernes por la noche. El resultado fue empate a 3 goles, gracias a un gol tuzo en los instantes finales y que no pudo aprovechar una ventaja numérica de dos o tres hombres debido a las expulsiones del cuadro americanista. Hubiera sido un golpe fatal para el “Vasco” que su equipo perdiera ese duelo y que lo ganaban 2-0 al principio.

La labor de Aguirre fue complicada en ese torneo, ganó algunos juegos y el último fue en la fecha 17 al vencer al Santos Laguna en Torreón. Para el Verano del ´99, la directiva del Pachuca reforzó al cuadro y lo puso a jugar varios duelos amistosos para que no perdieran ritmo. Pachuca y Aguirre sufrieron bastante en ese torneo, pues se definía el descenso. La pelea estaba codo a codo con el Atlético Celaya, Monterrey y Puebla. Sería hasta el 2 de mayo de 1999 en la fecha 16 del Verano ´99, cuando Javier y el Pachuca aseguraron su permanencia en la primera división al sacar un 0-0 en el Azteca frente al Atlante.

En ese día el club jugó como “local”, pues cientos de aficionados “pachuqueños” hicieron el viaje al D. F. en caravanas de autobuses para apoyarlos y que en ese entonces, los Potros jugaban en el Azteca con poca afición. Al término del juego, todos los jugadores y el público celebraron con mucho júbilo como si hubiesen ganado el título de campeón de Liga. Realmente yo vi como el “Vasco” sufrió a morir con el Pachuca en ese torneo, pues en algunos partidos merecieron ganar puntos y que la suerte les daba la espalda. Pero en la última fecha tuvieron la posibilidad de clasificar a un repechaje, siempre y cuando ganaran su duelo contra el Santos Laguna y esperar combinación de resultados de otros equipos. Sólo sucedió lo primero.

Para el Invierno ´99, la directiva Tuza decidió renovar a Aguirre, con el fin de que siguiera mejorando al club en la tabla porcentual. El inicio de ese torneo fue explosivo para la escuadra tuza que inició con dos victorias consecutivas, incluyendo un triunfo de visitante ante el Cruz Azul y que le cortaba una racha de año y medio sin perder en juegos de temporada regular. La actuación del Pachuca fue aceptable, pues concluyeron en la séptima posición de la tabla general y alcanzaron ésta vez un boleto para disputar una repesca frente al Monarcas Morelia a dos juegos. El resultado global fue 4-4, pero los Tuzos avanzaron a la Liguilla por el criterio de su mejor posición que los morelianos. Recuerdo muy bien que a minutos del final en el juego de vuelta, Marcelino Bernal había conseguido el gol del 2-0 (4-4, global).

En la ronda de cuartos de final, eliminarían de manera sorpresiva al Toluca, monarca defensor y favorito para repetir otra vez, con global de 3-2. En las semifinales, se enfrentaron al superlíder Atlas y también favorito, al que vencieron con global de 2-1. Cabe destacar que Pachuca jugó todos sus juegos de vuelta como visitante. En serie final enfrentaría al Cruz Azul, que había concluido como sexto en general y amplio era favorito por la calidad de su plantel y porque en las semifinales eliminaron heroicamente al América.

La ida jugada en el Hidalgo, terminó con un reñido empate a dos goles por bando. En ese duelo, el delantero argentino Alejandro Glaría marcó los dos goles tuzos y primeros en toda la Liguilla. Parecía que la mesa estaba puesta en el estadio Azul para que el cuadro celeste levantara su novena corona de campeón, pues en teoría estaba en mejor forma física. Sin embargo la historia fue otra. El juego de vuelta concluyó empatado a cero goles, ya no contaba el criterio de mejor posición en la tabla. El árbitro ordenó la disputa obligatoria del primer tiempo extra y con la aun vigente regla del “gol de oro” para el aquél equipo que anotara primero, era el vencedor. Así fue, al minuto dos del primer tiempo extra, Glaría concretó el gol del primer título para el Pachuca, el cual hizo vibrar a toda su directiva y afición que se encontraban presente en el Azul y que lo celebraron como nunca.

Creo que el mismo Javier Aguirre no lo creía ante las lágrimas de frustración del portero cruzazulino Oscar “el Conejo” Pérez sentado adentro de su portería. En casi 100 años de historia, el Pachuca alcanzaba su primer título como campeón en el futbol mexicano profesional de primera división, y además se convertía en el primer equipo que lo conseguía jugando desde la fase de repesca, desde que se instauró para la temporada 1991-´92. Y por cierto ese ha sido el único título que el “Vasco” ha conseguido al frente de un equipo (ya sea club o selección).

Aguirre continuaría con los Tuzos para el Verano 2000, pero su equipo ya no tuvo la misma suerte y encanto para alcanzar el título nuevamente; de hecho fueron eliminados en la fecha 16 sin alcanzar repesca. Otro vez el “Vasco” comandaría al cuadro albiazul en el Invierno 2000, torneo en el cual Pachuca concluiría en el tercer lugar general, que hasta ese entonces era su mejor posición en torneos cortos. Sin embargo, en los cuartos de final de la Liguilla de ese torneo, fueron eliminados sorpresivamente por Monarcas Morelia y a lo postre campeón. El torneo de Verano 2001, sería el último campeonato de Aguirre al frente del Pachuca. Tuvieron una buena campaña y lograron colarse hasta la final.

Antes de esto, en una de las fecha del calendario regular, Aguirre tuvo uno de sus peores juegos como técnico. En un duelo contra el Puebla disputado en el Hidalgo, el Pachuca sufrió una fatal derrota de 4-1, no tanto por la goleada, sino que los Tuzos sufrieron la expulsión de 4 elementos y que uno más se “lesionó” por órdenes del “Vasco” con el fin de que el árbitro finalizara por default el encuentro, pues hay una regla que señala que si un equipo se queda con seis elementos, automáticamente se declara terminado sin importar el marcador. Al final, Javier aceptó que le dijo a ese jugador “lesionado” que fingiera. Por cierto en ese juego, recuerdo muy bien que Alberto García Aspe marcó los cuatro goles del Puebla, siendo su máximo cuota en su historia profesional.

En la final del Verano 2001 celebrada durante la segunda quincena de mayo, los hidalguenses enfrentaron al Santos Laguna que en ese entonces eran dirigidos por Fernando Quirarte. La ida se jugó en el Hidalgo y ganó el Pachuca 2-1; en la vuelta en el Corona, el cuadro lagunero explotó su localía al ganar 3-1 (4-3 global) con un gol de minutos finales del brasileño Luiz Robinson (o Robson). Aguirre y el Pachuca se quedaron cerca del otro título en el año del centenario del cuadro hidalguense. Además a finales de enero del 2001, el cuadro y su directiva sufrieron la muerte de unos de sus elementos claves, el delantero argentino Pablo Hernán Caballero, al sufrir un accidente automovilístico en carretera por exceso de velocidad en una curva, poco antes de presentarse a una concentración. Esta situación por supuesto afectó el rendimiento anímico del equipo en la primera mitad del Verano 2001.

En junio de ese año la selección nacional de México, entonces dirigida por Enrique Meza, padecía una de sus peores crisis futbolísticas en su historia reciente, al sufrir seis derrotas consecutivas (un juego amistoso, 3 de Copa/Confederaciones y 2 juegos del Hexagonal Final de la CONCACAF rumbo a la Copa Mundial de Corea y Japón 2002) incluyendo una derrota inédita en el Azteca en juegos eliminatorios frente a Costa Rica. La noche del 20 de junio, Meza presentaba su renuncia ante los federativos mexicanos al caer en Honduras por 3-1. A los días siguientes, la Federación Mexicana de Futbol hizo público que el nuevo entrenador nacional sería Javier Aguirre, con la misión complicada de salvar al Tricolor de una “desgracia” deportiva ante su inminente eliminación para el Mundial asiático.

El “Vasco” aceptó el reto y con los pantalones bien puestos, se puso a trabajar y convocó a nuevos jugadores para enfrentar a los Estados Unidos el primero de julio en el Azteca. La mayoría de esos nuevos elementos, eran integrantes del Cruz Azul que en ese entonces terminó como subcampeón de la Copa Libertadores 2001, del Santos Laguna, del Pachuca y otros más. Era ganar o ganar, no había más para él y su plantilla.

Al final el triunfo correspondió para México que se impuso 1-0 a los gringos, gracias a un remate de cabeza del delantero santista Jared Borgetti, apenas al minuto quince de acción y que fue la explosión del éxtasis de Aguirre que traía sudada su camisola de las axilas por el stress y la adrenalina, así como del público que asistió al llenar el Coloso de Santa Úrsula para apoyar al Tricolor en su resurgimiento. Ese duelo pudo haber terminado con un 3-0 a favor de México y no un sufrido 1-0, si sus atacantes hubiesen acertado en la portería rival, pero que los gringos pudieron empatar en los minutos finales.

La demás historia ya la conocemos: se clasificó al Mundial del 2002 al vencer en la última fecha a Honduras, con un 3-0 en el Azteca. Espero que Javier Aguirre en esta segunda etapa, tenga el mismo éxito y logre corregir el camino de la selección nacional en los siete juegos que le quedan por disputar en Hexagonal Final para llegar a un quinta Copa Mundial consecutiva (dicen que no hay quinto malo). En fin, por lo pronto Aguirre tiene el carácter para revertir la mala situación, la experiencia, el tiempo suficiente para hacerlo y la capacidad para darnos la satisfacción que esta selección puede dar mucho más de lo que ha mostrado, debido a que se cuentan con buenos futbolistas. Y que también los actuales directivos se pongan a hacer su respectivo trabajo, y que no influyan en el accionar de la selección con grillas o debates estúpidos como lo ha sido en los últimos 3 años.

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