Monday, August 15, 2011

El Queso y los Gusanos. Una aportación teórica para estudiar a los marginados




Para una ex-amiga “histórica” del pasado, la Dra. Ana I. Grijalva D.


Por Eduardo Marcos


Prólogo

Cuando cursaba la licenciatura en Historia hace ya algunos años, en una de las materias de gran relevancia dentro del plan de la carrera y que se titulaba “Historia regional”, tuve la oportunidad de leer y analizar una compleja e interesante obra ya clásica para el campo de la teoría y metodología en la ciencia histórica: El Queso y los Gusanos del italiano Carlo Ginzburg. Debo confesar que en un principio este libro me pareció aburrido, debido a la temática, pero al leer de manera minuciosa el prefacio, me dejó intrigado la propuesta teórica y metodológica de este itálico. La lectura y análisis de esta obra se dio a la mitad del curso en mención. Esa fue la segunda vez que tuve que leí un libro de manera completa durante el transcurso de la carrera, ya que por lo general sólo se leía capítulos de libros y artículos.

Finalmente leí dicho libro en tres ocasiones con el fin de comprender mejor las preguntas guías que el profesor de la materia nos entregó antes de su debate en grupo. Ahora en esta ocasión desglosaré el contenido de aquellas preguntas. Después de las tres lecturas que le hice a El Queso y los Gusanos, quedé fascinado por la aportación que ha dejado Ginzburg y me prometí que lo adquiría en versión original, ya que en aquel entonces sólo lo adquirí fotocopiado. Años más tarde cumplí aquél deseo cuando una académica me lo trajo desde el D. F. por encargo. A continuación presento el texto de manera ágil y corregida del contenido de aquellas preguntas, esperando que sea de utilidad para aquellos que buscan información de manera breve sobre esta gran obra.

Resumen del libro

La obra se centra sobre el estudio histórico de la vida de un humilde y “común” molinero llamado Menocchio, originario de Montereale, Friuli (hoy parte de Italia), quien fue condenado a morir en la hoguera como “hereje” por el Santo Oficio luego de estar sujeto a dos procesos (en 1584 y 1599). Los motivos por los cuales recibió dicha pena, fue por cuestionar (“blasfemar”) de manera radical varios postulados inquebrantables de la Iglesia Católica y por el fuerte papel que ejercía en la sociedad europea del siglo XVI, perjudicando principalmente a las clases subalternas a las que él perteneció. El trabajo de Ginzburg se basó principalmente en el hallazgo de fuentes primarias de difícil acceso y por el uso de teorías de la escuela francesa del posestructuralismo para su reconstrucción. Es la historia de un personaje “común y corriente” que pasó durante mucho tiempo en el anonimato por no ser un protagonista de relevancia histórica, pero que Ginzburg le dio voz para sacar a luz pública la mentalidad de las clases populares que siempre han sido sometidas bajo el yugo del poder de las clases dominantes.

Desarrollo del contenido

Es pertinente dar a conocer el contexto histórico de la vida del molinero Menocchio, el cual giró en la Europa central de los siglos XVI y XVII, principalmente lo que hoy es el territorio de Italia, teniendo como evento trascendente la Reforma Protestante. Este evento abarcó todo el siglo XVI y parte del XVII, periodo en el cual la mayor parte de los estados-nación y ciudades-estados se vieron envueltos en sangrientas guerras religiosas (protestantes contra católicos, principalmente) debido a la intolerancia de la Iglesia Católica encabezada por el Vaticano que tuvo en contra de los disidentes religiosos. Fue la época en la cual la imprenta jugó un papel importante en la difusión de las ideas de los principales líderes protestantes como Lutero, Calvino y Zwinglio, entre otros. Es la Europa preindustrial en la cual se fueron gestando los primeros cimientos científicos y culturales de lo que sería más adelante.

Por lo que respecta al personaje central de esta obra, el verdadero nombre de Menocchio fue Domenico Scandella, de oficio molinero, quien fue dueño de dos máquinas y de un terreno; originario de Mantearle, en la región de Friuli. Su actividad era considera de baja categoría social y económica por parte de la burguesía y los demás estratos altos; por lo tanto, fue visto como un hombre común y corriente (sin cultura), que no fue considerado como protagonista en su momento. Además de ser molinero, Menocchio se dedicó a otras actividades menores como la carpintería y la construcción, con el fin de sostener a su esposa y sus siete hijos.

Carlo Ginzburg para haber concretado esta compleja investigación, tuvo que enfrentar como primer gran obstáculo, la escasez de testimonios de primera mano sobre los comportamientos y actitudes de las llamadas “clases populares”. Los pocos estudios que se han realizado sobre esta temática, han sido principalmente por parte de antropólogos y arqueólogos por encima de los historiadores quienes se han centrado principalmente en documentos escritos. La localización de los expedientes relativos a los juicios “heréticos” a los que fueron sometidos individuos como Menocchio, resultó otro factor en contra para él, pues han estado custodiados celosamente por los representantes de la Iglesia Católica, así como en la lengua original (latín) que fueron redactados y de poco uso como en la actualidad. La mala conciencia del colonialismo que impusieron las clases dominantes en opresión a las clases subalternas, ha sido otra barrera que Ginzburg ha superado. Otro punto que se puede considerar es que los actuales historiadores no pueden entablar diálogos con las clases populares de aquellos tiempos, pues no existen personajes vivos.

Durante el desarrollo de su investigación, Ginzburg dio origen a la “cultura popular” al que definió como un subproducto social marginado y rechazado por parte de las clases dominantes en la sociedad preindustrial europea, las cuales ostentaban el poder económico y social. Dentro del círculo de las clases populares, estaban considerados los campesinos, artesanos, molineros que eran vistos como individuos sin facultad de pensar y de racionalidad. Lo ve como un concepto ambiguo.

Si bien es cierto que el autor para reconstruir la vida social de este molinero, también tuvo que indagar su mentalidad que pese no tenerlo vivo para entrevistarlo, tuvo primero que nada definir el concepto de “cultura popular” para los siglos XVI y XVII. Posteriormente tuvo que conocer su posición socioeconómica al analizar los escritos levantados por el Santo Oficio sobre los interrogatorios a los que fue sometido en un periodo de quince años. Tuvo que leer los libros que leyó Menocchio, en los cuales amalgamó sus ideas acerca del origen del mundo y de las acciones de la Iglesia Católica, así como en la mayoría de los sacramentos que le parecía innecesarios (en particular el bautismo y el matrimonio) para los hombres. Debió conocer el nivel cultural de este individuo para justificar la manera en cómo pudo comprender las obras en las lenguas en que fueron escritos (griego o latín) y crear sus propias ideas. A la par existen contradicciones entre lo que Menocchio afirma y el autor supone, por ejemplo, el primero afirma que fue católico/cristiano y cree en Dios, y que el segundo duda sobre su postura, si era en realidad un anabaptista o no.

Para el estudio de la “cultura popular” de los siglos XVI y XVII, Ginzburg tuvo que conocer el significado real de los conceptos que se emplearon en aquellos siglos en comparación a los que actualmente se definen; por ejemplo, si el concepto de brujería era el mismo que se usa hoy en día o si tenía otra acepción. La disponibilidad de fuentes primarias, su localización y acceso a ellas en torno a las actividades y formas de expresión de las clases subalternas fue otro argumento. Para este tipo de investigación, el autor recomienda que si es necesario, al auxilio de otras ciencias sociales relacionadas con el estudio de las civilizaciones, como la antropología, la etnología, la demografía. Apoyarse en la tradición oral como fuente que pasa de generación a generación. Aplicar una metodología apegada que se enfoque lo más posible a estos estudios, no estudiar la “cultura” producida por las clases populares, sino por “cultura impuesta”. La lectura de obras como Gargantúa o Pantagruel (que no fueron leídos por ningún campesino) resultaron claves para comprender la cultura popular de aquellos siglos.

Entre los principales actores que resaltan en El Queso y el Gusano después de Menocchio, está en primer lugar el Vaticano, representado por la Iglesia Católica, la de mayor peso entre la sociedad feudal con sus respectivas jerarquías de autoridad (el Papa, los cardenales, los obispos, los párrocos), el Tribunal del Santo Oficio (como institución represora principalmente contra las clases subalternas). La nobleza feudal integrada por emperadores, reyes y príncipes. La llamada “mesnada”, institución considerada como la servidumbre; las pequeñas oligarquías regionales; los campesinos y molineros como estrato social; la Contadinanza, institución fiscal y militar que se encargaba de recaudar tributos y al reclutamiento de campesinos en milicias rurales con base local.

Reconstruir la cosmogonía del molinero, fue otro punto trascendente para el autor, para lo cual tuvo que basarse en las ideas expuestas en cada uno de los interrogatorios sobre su visión de la concepción del origen del mundo a través de las fuentes disponibles y de la controversias que provocaron en el seno interno de la Iglesia Católica y entre las comunidades de campesinos y molineros, en una difícil etapa que la intolerancia y los herejes eran motivos de discordia y pugnas. En la manera en cómo Menocchio logró examinar los libros que leyó, de cómo aisló las frases, palabras que iba encontrando en cada uno de ellos. De la forma como trituraba y reelaboraba sus lecturas al margen de cualquier modelo establecido y que por lo tanto era consciente de la originalidad de las ideas para exponerlas antes las más altas autoridades religiosas y seculares. Asimismo, los textos le proveyeron los instrumentos lingüísticos y conceptuales para elaborar y expresar su visión del mundo. En fin, la cosmología de este molinero es realmente compleja de analizar y comprender por lo visto en el texto. No se debe descartar que haya recibido la influencia de otros individuos de mayor peso en la sociedad con la cual se desenvolvió y tuvo un fuerte contacto debido a sus oficios.

También resulta relevante apuntar a que se debe el título de la obra de Ginzburg, principalmente a la explicación que dio Menocchio en uno de sus interrogatorios contra uno de sus inquisidores en el sentido que el mundo en el que vivimos fue producto de una masa que poco a poco se formó, como se hace el queso con la leche creado por obra de Dios y sus ángeles. Que estos últimos fueron creados con la más perfecta sustancia del mundo, como la misma leche y que por lo tanto eran perfectos. Y que el nacimiento de los gusanos es producto del queso putrefactado que dio origen a los seres humanos, los cuales son imperfectos en comparación con los ángeles.

Previo a los años de los dos procesos que fue sujeto Menocchio, varios textos influyeron en su mentalidad para exponer sus ideas radicales en contra de la Iglesia Católica. Los más relevantes que se detectaron en la obra de Ginzburg, fueron el Florilegio de la Biblia que mayor se hace énfasis (libro de cabecera del molinero y el único que compró), el Decamerón de Boccaccio, el Supplementum delle croniche, la Biblia, el II Lucidario, Historia del Giudicio, el II Sogno dil Caravia, posiblemente el Corán, Il Cavallier Zuanne de Mandavilla, entre otros. La mayoría los consiguió prestado por parte de amigos cercanos y familiares treinta años antes de que fuera interrogado por primera vez.

Comentarios finales

La temática de este libro puede clasificarse dentro del campo de la Intrahistoria (estudio de los marginados, olvidados), ya que el autor emprendió el rescate de un personaje que pasó la mayor parte de su vida en el anonimato esto a través de la búsqueda y consulta de archivos de poco acceso para la reconstrucción de la vida social de este molinero para darle a la vez el papel protagónico en su libro en base a sus ideas de concepción del mundo en contra de la Iglesia Católica y su forma de actuar sobre los más pobres. Porque Ginzburg sacó a la luz pública a este molinero porque sus ideas sí merecieron ser reveladas en su obra por encima de los grandes personajes o instituciones, como suele ocurrir en la mayoría de las obras de los siglos XVI y XVII que estudiaron a los grandes reyes europeos.

Por último, este libro resultó sumamente interesante leerlo desde el punto de vista de la ideología de este molinero, de cómo se atrevió a exponer sus ideas y concepciones contra la Iglesia Católica en el siglo XVI. Este libro pudo generar controversias o nuevas interpretaciones sobre nuestra forma de ver y entender la correcta aplicación de los sacramentos ordenados por esta institución. También conocí algunos rasgos de la sociedad pre-itálica del siglo XVI y por supuesto algunas nociones del latín como lengua empleada en las fuentes que encontró Ginzburg. Pero también hay partes de este libro que no quedaron del todo claro o si fue producto de la traducción del italiano al español.


Fuente bibliográfica: El Queso y los Gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI. Carlo Ginzburg, Océano, México, D. F., febrero 2004, 254 pp. Contiene: prefacio, notas bibliográficas y comentarios.

Fotografía: Portada del libro. Tomada por Eduardo Marcos.

Palabras claves de la obra: intolerancia religiosa, clases subalternas, cultura popular, clases dominantes, exclusión social, historia de las mentalidades, tradición oral, historia cultural, mentalidad colectiva, religión católica, fuentes históricas, investigación histórica.

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