¡¡ Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo !!

Para aquellas personas que desquitan bien su sueldo y
entregan el corazón cada día

Mañana 1 de mayo se conmemora el “día del trabajo internacional”, el cual es celebrado en la mayoría de los países democráticos del mundo y que es el origen del movimiento obrero moderno a excepción de los Estados Unidos, Reino Unido y el Principado de Andorra que son los únicos países del mundo occidental, que no lo celebran. En fin, existe mucha literatura escrita al respecto en relación a este día, pero aprovechando la ocasión recordaré el primero de mis tres empleos formales que he tenido a lo largo de mi vida, y que fueron formales desde el punto de vista legal por la firma de un contrato, a pesar de que en los últimos 7 años los he dedicado al estudio de la Historia.

El primero de ellos se remonta en el mes de diciembre del año de 1999, época por la pasaba la peor crisis emocional y sentimental, en que debido a las circunstancias buscaba un trabajo de manera emergente para poder obtener ingresos, no andar de ocioso y porque mis ahorros ya estaban agotados. Era un momento indeciso, en ese entonces residía en un puerto del pacífico mexicano fuera del estado de Sonora. Debido a que no era residente, no era fácil a que uno le dieran trabajo debido principalmente a desconfianza o porque era “extranjero”. Sin embargo, como a los dos meses, acepte uno de los empleos más modestos y menos remunerados. Entré a trabajar a una tienda departamental de expansión nacional como “ayudante general” o “multiusos”. Bueno, yo siempre he sido de la idea de que uno quiere y desea poner su mejor esfuerzo a lo que desempeña y desquitar el sueldo que percibe.

Siempre he sido dedicado y entregado a lo que me dedicado: al estudio, al trabajo, al deporte, a lo que fue mi servicio social y al noviazgo (que es poco que contar). Sin embargo, muchas empresas no valoran o aprecian la buena voluntad de sus trabajadores. Los primeros días fueron difíciles porque uno entra en un proceso de adaptación y el cuerpo tarda en adaptarse a un ritmo, que en este caso resultó muy ajetreado para mí. Era la mejor época del año: Navidad, sí una de las navidades de que no tengo gratos recuerdos. Me doy cuenta que esa tienda departamental, lo único que le importaba era “exprimir” a los nuevos empleados que llegaban a trabajar.

También quiero dejar en claro que nunca he sido una persona que le interese o desee ostentar cosas materiales que no son tan dispensables para vivir, como muchas personas creen que eso es lo que te da importancia o “valor2 como carros, ropa cara o fina, joyas, etc. Nunca le pregunté al Jefe de Recursos Humanos cuanto sería mi sueldo quincenal y mis prestaciones, porque como he dijo antes, siempre he querido saber primeramente cuáles son mis obligaciones y cumplir por encima del dinero, no como la mayoría de las personas que primero preguntan CUANTO VOY A GANAR, y no CUALES SON MIS OBLIGACIONES… Eso pasa con frecuencia con aquellas personas que cuando buscan, piden o les dan un trabajo en el gobierno, que parece que solo se fijan en el dinero y no en la forma de ver o solucionar los problemas que tienen que cumplir a la ciudadanía.

En fin, debido a que era época navideña tuvo un mes muy tenso e intenso en mis múltiples funciones que en muchos de los casos no me correspondían, pero como también lo he dicho, las compañías no respetan las condiciones del trabajo. Después de 21 días consecutivos de trabajo y a veces pasando las ocho horas reglamentarias, por fin tuve mi primer día de descanso: eso sería como el 26 o 27 de diciembre. “¡Carama, que ching… con este trabajo! Tanto esfuerzo para casi nada”, dije entre mí. Si no encontré o elegí otra mejor opción fue por las adversidades que pasaba y la necesidad económica. Y sueldo era de risa o de coraje, porque el salario mínimo, así como el aporte de algunas compensaciones. A medida que pasaba las semanas, parecía que más en este lugar te querían explotar a más no poder. Es la esencia pura el capitalismo: la explotación del hombre por el hombre, a través de una relación desventajosa del empleado que sólo vende su tiempo para trabajar y que la compañía posee los medios de producción. Y las condiciones de trabajo, malas debido a que un como ayudante general, está uno más expuesto a sufrir accidentes.

Otra serie de medidas raras, era que a veces el Jefe de Recursos Humanos no te respetaba el día de descanso obligatorio, lo cual me molestaba porque tenía cosas personales que cumplir y que ya tenía planeado el día de asueto para salir a pasear. Los horarios raros, quebrados e incomprensibles. Además de la actitud de ciertas personas que se creían superiores o que a uno lo miran como si no tuviera ningún valor. Éramos en total cuatro “ayudantes generales” que estábamos en la limpieza y mantenimiento de la tienda, que era grande. La gota que derramó mi vaso de paciencia fue que me quería controlar o manejarme como su fuera una máquina, como si uno no tuviera iniciativa o creatividad de cómo hacer la chamba. Solo fueron dos meses, pero bien trabajados; quizás hubiera seguido por más tiempo, pero las condiciones de trabajo y la actitud de otros empleados mamilas, influyeron. En cuanto a la cuestión salarial, no importaba si era lo mínimo o no, yo deseaba tener tranquilidad y pasión por desarrollar tus obligaciones de la mejor manera posible, pero eso no lo ven o entiende este tipo de “tiendas” en que a veces el trabajador se convierte de manera paulatina en un esclavo.

Sin embargo, hay muchas personas que tienen un buen empleo de gobierno, y sobre todo buenas o aceptables prestaciones que otras muchas ya quisieran, y que con bastante frecuencia se quejan porque según no les alcanza el sueldo y hacen paros, huelgas, berrinches, marchas, etc. principalmente me refiero a los burócratas de gobierno. Me gustaría decirles a estas personas que mejor sepan VALORAR su trabajo, ya que son afortunados de no sufrir abusos y explotaciones laborales como sucede con la mayoría de las personas que trabajan en empresas o compañías privadas, en que sus salarios y prestaciones laborales son muy modestas y mínimas en comparación con la de los burócratas.