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Investigación histórica, grupera y futbolera

Wednesday, June 29, 2011

¡¡México campeón de la Copa Oro de la Concacaf 2011: 4-2 sobre USA!!!




Por Eduardo Marcos


Dedicado para una historiadora egresada de la UNISON (y que no le hablo) que no le gusta el FUTBOL porque no es deporte de “gringos”, jaja. Pa´que vean que los MEXICANOS sí pueden hacerla en el extranjero…


No hay nada como el dulce sabor de la victoria, y más si se trata de una final de un torneo oficial e internacional, y aun sobre el rival más odiado deportivamente hablando. Así fue el triunfo de la selección mexicana de futbol que conquistó por su sexta ocasión la Copa Oro (Gold Cup, su nombre original) de la Concacaf en su XI edición. El resultado fue un 4-2 sobre Estados Unidos, duelo celebrado el pasado sábado 25 de junio en el estadio Rose Bowl de Pasadena, California, USA. No fue una victoria fácil para el Tri, ya que tuvo que reponerse de una desventaja 2-0 que estaba concretando inmerecida la escuadra norteamericana antes de la primera media hora al aprovechar errores defensivos de los “Verdes”.

De nueva cuenta parecía que una vez más la historia se repetía de estar abajo con ese maldito marcador que siempre ha resultado un estigma para los jugadores mexicanos que han vivido ese momento frustrante. Más aun el asunto se veía complicado tras la temprana lesión del defensa Carlos Salcido que salió de cambio en el lapso de esa desventaja, lo cual pudo romper el esquema táctico del entrenador “Chepo” de la Torre, pero que mantuvo la calma para no cometer yerros tácticos. La posterior lesión y cambio del capitán Rafael Márquez tras lograrse el empate antes de finalizar el primer tiempo, dejó al técnico con un solo cambio para el segundo tiempo, hecho impidió la entrada del delantero Aldo De Nigris como venía sucediendo en los cinco juegos previos del Tricolor en este torneo.

Esta es la primera vez que México logra remontar un marcador adverso de 2-0 frente al archirrival del área para empatarles primero y después consumar una categórica victoria, algo que pocos pudieron imaginar al terminar el juego. Y es que pese que Estados Unidos no es una potencia mundial en este deporte, el mérito radica que ellos nos conocen bien, saben cómo jugarnos (no proponen) y hacernos daño siempre en jugadas de contragolpe y a balón parado (tiros libres indirecto al área o tiros de esquina). Por eso es el mérito de esta victoria ante los Estados Unidos, que más que un juego de futbol también está el honor y el orgullo por defender con todo los colores de sus respectivas banderas. Ellos (los “gringos”) también festejan con mucha algarabía cuando vencen a nuestro representativo nacional.

También hay otro punto a resaltar a favor de esta victoria nacional, el técnico Bob Bradley está a cargo de la selección de su país desde enero del 2007, hecho que representaba para él tener una ventaja sobre el “Chepo” de la Torre, en el sentido que entre más tiempo un técnico esté al mando de un equipo (selección o club) sus jugadores asimilan mejor su sistema de juego. En contraste, el “Chepo” apenas registraba diez juegos previos y cinco meses de trabajo formal antes de este duelo definitorio. Cuando cayó el cuarto gol del Tri a cargo del juvenil Giovanni Dos Santos tras una serie de fintas al portero y a los defensas “gringos”, supe que la copa sería para nuestro país y ese gol a la brasileña, valió el boleto y la espera de quedarse en el estadio o frente del televisor para ver la victoria que México fue cuajando a base de buen futbol después de estar abajo en el marcador.

Hay otro factor a destacar que jugó en contra del DT de México que tuvo que afrontar antes y durante el desarrollo de esta Copa Oro: la abrupta expulsión de cinco jugadores (Memo Ochoa, Dueñas, “Zinha”, “Maza” Rodríguez y el “Hobbit” Bermúdez) por el sonado caso de doping por clembuterol después del juego contra El Salvador hace unas semanas que en cierta medida pudo romper el sistema táctico del entrenador. A esto hay que sumar que otros jugadores importantes quedaron fuera ya estando convocados como el defensa Ricardo Osorio (quien tuvo un buen torneo con el Monterrey) por enfermedad en las vías urinarias y la lesión del mediocampista de Luis Ernesto Pérez (también del Monterrey) y que su lugar fue ocupado por el mismo Bermúdez. También hubo otros jugadores importantes que no fueron contemplados para esta edición como el caso de los delanteros Miguel Sabah por lesión, Rafael Márquez Lugo marginado para la Copa América (ambos de estupenda temporada con Monarcas Morelia) y de Carlos Vela que no fue convocado pese a ser un delantero con mucho potencial.

Sin bien existen críticas por parte de gente “anti-futbolera” que la Copa Oro es un torneo es de bajo nivel por la mala calidad de la mayoría de sus participantes, las dos únicas satisfacciones que puede presumir el Tricolor y su técnico nacional es haberle ganado el título a los Estados Unidos en la final en su propia tierra y obtener el pase a la Copa FIFA Confederaciones (un tipo de “mini-mundial”) del año 2013 a celebrarse en Brasil, evento que servirá como un ensayo premundialista para los invitados (siempre y cuando clasifiquen al Mundial). Este torneo le será importante al “Chepo” de la Torre para conocer el clima y medir el calibre del Tri frente a rivales de mayor nivel futbolístico un año antes del Mundial 2014 y como intermedio del hexagonal final de la Concacaf. La última vez que se jugó en este torneo fue en Alemania 2005 cuando México obtuvo el cuarto lugar jugando un buen futbol bajo el mando de Ricardo Antonio Lavolpe.

También hay que destacar que la afición mexicana que reside por algún motivo en la Unión Americana, siempre se hace presente asistiendo y llenando los estadios a donde la selección azteca se para como fue en este caso en las seis sedes a las que llegar para resolver sus juegos en esta edición de la Copa Oro. Ay con nuestros compatriotas que llenan los estadios vestidos con sombreros de charro, penachos, máscaras de luchadores, zarapes, banderas tricolores, sin faltar las botellas de tequilas, los tacos y los anafres en donde los preparan. Todo un mundo multicolor lleno de pasión, color y sabor. Esa es nuestra afición del otro lado del río Bravo (ó Grande, para los “gringos”) que siempre apoyan al Tricolor. Para una muestra, el Rose Bowl estuvo lleno por el 80% de mexicanos, lo que pareció ser un estadio mexicano, pues en la zona metropolitana de Los Ángeles, California está “invadida” de millones de mexicanos.

Por último, hace dos años publiqué en este blog como hoy que este triunfo del Tricolor alcanzado el pasado sábado, haya significado un pequeño momento de alegría para millones de mexicanos que han padecido graves problemas en los últimos dos años como crisis económica, desempleo, narcoviolencia, pleitos políticos entre diputados, políticos y secretarios del gobierno federal, injusticias, delincuencia organizada, etc. Demasiado para este país tan golpeado que hace años no vive tal situación. Yo por mi parte, con este triunfo y esta Copa sí me “embriago”, pero de alegría, motivación y optimismo por un buen tiempo.

Honestamente debo declarar que el único juego relevante para México en pos de la conquista del título fue en el que enfrentó a los Estados Unidos, pues el resto de los rivales estuvieron lejos de un nivel de competencia verdadero. Pero para el comité organizador de este torneo, no le convenía que la Copa Oro fuera únicamente ese duelo. Hay algunos que en forma de burla piden que se celebre cada año (jajaja).

Aquí dejo los siguientes datos estadísticos de este torneo y final, que deduje a través de mi base de datos futboleros que poseo en mi memoria y en archivos de Word.doc (a nadie le he copiado, pues mi memoria futbolera es privilegiada).


1.- Por primera vez en su historia México logra remontar un marcador adverso de 0-2 frente a los Estados Unidos, después de seis ocasiones que el juego terminó como tal (3 veces en juegos eliminatorios: 2001, 2005 y 2009; 2 en juegos amistosos: 2000 y 2007; y una vez en el Mundial del 2002).

2.- Del juego de la final de la edición del 2009, sólo Gerardo Torrado y Giovanni Dos Santos volvieron a estar presentes en esta nueva victoria jugando los noventa minutos. Dos Santos tiene otro plus, volvió a marcar gol tal como lo hizo en East Rutherford, N. J. en aquella goleada del 5-0.

3.- Ahora México suma tres victorias consecutivas sobre los Estados Unidos (2 veces en el 2009 y ahora en este 2011), hecho que no sucedía desde la segunda era de Manuel Lapuente Díaz cuando lo hizo en 1998 y 1999 (2 veces).

4.- Esta edición del 2011 ha resultado la segunda más productiva en cuanto a goles anotados por el Tri con 22 dianas, sólo superada por la edición de 1993 cuando se conquistó el título por primera vez con 28 goles.

5.- Por primera vez en su historia, una selección nacional mayor logra contabilizar tres victorias en igual número de juegos dentro de una fase grupal ya sea en Copas Mundiales, Copas América, Copas Oro ó Copa FIFA Confederaciones.

6.- Esta fue la tercera vez que un representativo nacional gana todos sus juegos para proclamarse campeón de la Copa Oro, pero primera vez que lo hace con 6 victorias. En las dos anteriores ocasiones (1996 y 1998) sólo sumó 4 en igual número de juegos debido a un formato irregular de competencia que existió.

7.- Landon Donovan por quinta vez (en igual número de juegos) logró marcarle gol a México desde su debut con la selección de las “Barras y estrellas” en el 2000 y convertirse en uno de sus grandes verdugos goleadores en los últimos 20 años. Pero esta vez su gol no rindió beneficios como sucedió en las cuatro ocasiones previas cuando su equipo salió victorioso: una vez en el 2000, otra en el 2002 y dos veces en el 2007.

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Monday, June 13, 2011

México presente en la Copa Oro de la Concacaf y en la Copa América de la Conmebol




Por Eduardo Marcos


No cabe duda que nuestro futbol es sui generis a nivel internacional, pues es el único país en el mundo que puede darse el lujo de jugar en dos confederaciones distintas: en primer lugar en la Confederación Norte, Centro y Caribe de Futbol (Concacaf, por sus siglas en inglés) a la que pertenece y juga por ley y en la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), por invitación. En la Conmebol, México lo hace a nivel de selección desde 1993 con su primera participación en la Copa América, y a nivel de clubes a partir de 1998 con América y Guadalajara en la Copa Libertadores.

Durante el presente mes de junio, la selección nacional de México estará disputando la XI edición de la Copa Oro de la Concacaf que se celebra por cuarta ocasión consecutiva y absoluta en los Estados Unidos de Norteamérica, que a decir verdad, debería llamarse “Copa Oro de los Estados Unidos” ya que éste país es el que más veces la ha albergado (nueve de once ocasiones). En este 2011 se celebran los primeros 20 años de vida de este torneo regional, que pese al bajo nivel de calidad de la mayoría de los agremiados de la Concacaf, se ha mantenido vigente. Y también el área regional está celebrando en este año sus primeros cincuenta años.

Sólo México y Estados Unidos son los únicos cuadros que han estado presentes en cada una de las diez previas ediciones. Nuestro país ha ganado el título regional en cinco ocasiones (1993, 1996, 1998, 2003 y 2009) y el segundo en cuatro (1991, 2002, 2005 y 2007). Además de mexicanos y estadounidenses, Canadá obtuvo el restante título de manera sorpresiva en el año 2000. Hace cuatro años, selección azteca sufrió la dolorosa derrota de caer 2-1 frente a su rival en el llamado clásico de la Concacaf, duelo que se disputó en el Soldier´s Fiel de Chicago, Illinois y representó la “copa amarga” de Hugo Sánchez como técnico del Tri en su primer evento oficial.

En esta ocasión, el Tricolor tratará de refrendar el título obtenido hace dos años cuando venció por espectacular goleada de 5-0 a los “gringos” en el Giants Stadium de Nueva Jersey, bajo el mando de Javier Aguirre, quien al principio padeció una tormenta deportiva y personal al ser expulsado por cuatro juegos luego de patear a jugador panameño y que cerró el campeonato con esa brillante goleada en la final. Ahora en esta ocasión, el reto es obtener el bicampeonato para asistir a la Copa FIFA Confederaciones de Brasil 2013, que será el torneo de ensayo previo a la Copa Mundial 2014 que también se disputará en aquél país sudamericano.

Por otro lado, este es el primer torneo oficial que afronta el actual director técnico de la selección mexicana, José Manuel “Chepo” de la Torre, quien en febrero pasado debutó con una victoria de 2-0 contra Bosnia Herzegovina en Atlanta, Georgia. Se espera que México llegue hasta la final del torneo en espera de enfrentarse de nueva cuenta al equipo anfitrión, debido en gran medida a la cantidad y calidad de jugadores que fueron convocados, tanto del campeonato nacional como del extranjero. Entre los jugadores más relevantes a seguir por su alto nivel de juego que mostraron en la pasada temporada en Europa están Giovani Dos Santos (del Racing Santander de España) y Javier “Chicharito” Hernández, campeón de la Premier League con el Manchester United y subcampeón de la reciente Champions League.

Llama la atención que el delantero Rafael Márquez Lugo (uno de mejores goleadores del torneo anterior) de Monarcas Morelia, no fuera convocado para este torneo regional, sino para la Copa América. También que ningún jugador del Guadalajara que fue semifinalista en el pasado torneo local tuviera un convocado para esta Copa Oro como un premio a su buen desempeño. Una fuerte crítica le hago al “Chepo” de la Torre por marginar al portero Luis Michel del primer evento cuando tuvo mejores actuaciones que Alfredo Talavera (del Toluca) y Javier Orozco (del Monterrey). ¿Será porque Talavera fue jugador del “Chepo” durante su etapa como técnico en el cuadro rojo?

Más polémico resulta que el club mexiquense ni siquiera llegó a la Liguilla y que Talavera se comió muchos tontos y que en dos juegos recibió diez goles, lo cual puede indicar que existe favoritismo en el técnico del Tricolor, aunque él jure y perjure que se sólo se selecciona a lo mejor (jaja, sino como no). Lo mismo pude llegar a decir en caso de que no fuera convocado Christian “Hobbit” Bermúdez (hoy fuera por el raro caso de doping positivo), que fue llamado de último momento para cubrir la baja del medio Luis Pérez por lesión. Honestamente sí debió ser convocado, pero desde hace un buen rato por su buen nivel de juego que ha mostrado en el Atlante en los últimos torneos. Ante esto me hago la siguiente pregunta, ¿será que el “Hobbit” no es convocado porque no juega en un club de peso nacional o porque es uno de los más chaparritos en el futbol mexicano?

En cuanto a la Copa América, ésta se disputará más adelante durante el mes de julio teniendo como sede a ocho sedes en Argentina. Por cuarta ocasión, tanto la copas Oro y América coincidirán en un mismo año, hecho que se presentó en 1991, 1993 y 2007; y al igual que en estos dos últimos años, México jugará en ambas competencias. A diferencia del 2007, el Tricolor mayor no la disputará, sino que estará presente la Sub-22 reforzada con cinco jugadores mayores a esa edad y que el responsable será Luis Fernando Tena, parte de su cuerpo técnico del “Chepo”. México ha quedado ubicado en el grupo C de esta competencia, al lado de Uruguay (semifinalista en Sudáfrica 2010), Perú y Chile (octavo finalista en el pasado Mundial). Por primera vez desde 1995, no quedó agrupado junto con Brasil o Argentina.

Hace cuatro años, Hugo Sánchez fue el técnico en ambos torneos dirigiendo a la selección mayor al conformarse con el subcampeonato de la Copa Oro (junio) y el obtener el tercer lugar en la Copa América de Venezuela (julio), resultado que le salvó la cabeza tras perder el pase la Copa FIFA Confederaciones 2009. Extrañamente la decisión que ha obligado a México a disputar el torneo sudamericano con un equipo de límite de edad no llegó por parte de la Conmebol, sino de la Concacaf bajo el argumento de que la selección mayor vaya completa y sin distracciones a la Copa Oro y que la Sub-22 tenga un mayor fogueo con miras al proceso eliminatorio preolímpico rumbo a Londres 2012.

Ahora el torneo sudamericano será visto como un “torneo de segunda” para la mayoría de la afición mexicana, pues no estarán presentes los mejores jugadores mexicanos del momento y sólo un jugador tendrá el privilegio de jugar ambas justas: Giovani Dos Santos. Por los malos resultados obtenidos por el Tri juvenil de Tena hasta este momento, se ve muy difícil que pueda calificar a cuartos de final o al menos que lo haga como uno de los mejores terceros lugares de grupo. No hay mucho para asegurar que este equipo nacional pueda alcanzar el título por las circunstancias ya expuestas.

Esta será la octava participación consecutiva de México en el torneo sudamericano, en el cual viene participando desde Ecuador 1993 cuando recibió (junto con Estados Unidos) la invitación de la Conmebol para participar en aquella edición. Como todos sabemos el Tri, bajo la dirección del doctor Miguel Mejía Barón, llegó hasta la final la cual perdió 2-1 frente a Argentina. Dos años después en Uruguay ´95, México tuvo un gris (por el nivel de juego) y frío (por el clima de la sede) torneo al ser eliminado en cuartos de final por su vecino del Norte, 4-1 en penales. Esta eliminación representó el cese de Mejía Barón del seleccionado.

En Bolivia ´97, “Bora” Milutinovic se la jugó con un equipo B en su mayor parte, alcanzó el tercer lugar del torneo y siendo Luis Hernández el campeón goleador y figura de la competencia. En Paraguay ´99, Manuel Lapuente revalidó el tercer lugar al vencer 2-1 a Chile. En el 2001 en Colombia, México dirigido por Javier Aguirre llegó a su segunda final la cual perdió frente al cuadro anfitrión por 1-0. En Perú 2004, con Ricardo Lavolpe alcanzaron los cuartos de final al ser eliminado por Brasil (4-0), no sin antes vencer 1-0 a Argentina en la fase de grupos y ser una gran sorpresa. Hace cuatro años en Venezuela, otra vez se obtuvo el tercer lugar cuando el Tri venció 3-1 a Uruguay.

De las siete anteriores de la selección mexicana en Copa América, hay una que recuerdo con mucha emoción, que fue la de Paraguay ´99; en especial por un juego en el cual el Tricolor de Manuel Lapuente sacó la garra y el orgullo para superar un momento crítico: el duelo frente a Perú en cuartos de final en Asunción. Previo a este duelo, México había derrotado 1-0 a Chile en el debut de ambos con gol de Luis Hernández. En su segundo encuentro se perdió ante Brasil por 2-1, el cual se estuvo a punto de empatarse cuando México se volcó con todo en los últimos 20 minutos tras ser expulsado un brasileño. En el tercer y último duelo de la fase grupal, se venció 3-1 a Venezuela con una brillante actuación de Cuauhtémoc Blanco. Con este resultado, México aseguró su boleto a cuartos de final como segundo lugar de su grupo.

Sin embargo, un extraño suceso desconcertó a la delegación nacional: el doping positivo de dos jugadores. Se trataba del caso de los mediocampistas Raúl Rodrigo Lara y de Paulo César Chávez quienes fueron expulsados del torneo después del juego frente a Brasil, pero que el asunto no quedó del todo esclarecido. Un hecho más que afectó el ánimo del equipo previo al duelo contra Perú, fue la suspensión de Blanco por acumulación de tarjetas amarillas frente a Venezuela, del que se decía que fueron exageradas.

La tarde (tiempo en Paraguay) del sábado 10 de julio de 1999 (recuerdo muy bien aquél día), ambas selecciones salieron a disputar su pase a las semifinales, en el estadio Defensores del Chaco de la capital guaraní. Perú sorprendió a México con dos goles antes de la primera media hora, quien se encontraba desconcertado. Pero pronto, los “Verdes” reaccionaron y empataron con dos goles de Hernández, incluyendo uno de penal. Sin embargo, antes de concluir el primer tiempo el delantero peruano Palacios convirtió el 3-2. En el segundo tiempo, el Tricolor salió con todo para empatar el juego, mientras que Perú trató de manejar el marcador y aprovechar posibles contragolpes.

Yo recuerdo claramente que México en el segundo tiempo tuvo cuatro llegadas serias de gol en la portería rival que no pudo concretar. Todavía, Palacios tuvo la oportunidad de liquidar el juego con el 4-2 en una jugada de contragolpe en la cual el portero Jorge Campos achicó bien y evito ese gol. Cuando parecía que México quedaba eliminado de este torneo y que regresaba a casa para preparar la Copa Confederaciones, al minuto 87´ en un balón rechazado por la defensa inca, el esférico le quedó a modo al entonces juvenil Gerardo Torrado, quien desde fuera del área grande le pegó con todo con su pie derecho para incrustarse en el rincón de la portería de Miranda. Era el gol del empate y los comentaristas de Televisa que narraban ese juego lo festejaron con mucha emoción, al igual que yo.

El duelo finalizó y se disputaron los penales de desempate sin jugarse tiempos extras. En la ejecución, el cuadro azteca fue más certero, tranquilo y eficiente que Perú al ganar 4-2, quien al terminar el juego todos los elementos de campo y banca festejaron abrazados, pues mostraron carácter y corazón para sobreponerse a una pesada desventaja tempranera y por los hechos extracancha ya mencionados que les afectó en lo anímico. Fue un empate con sabor a victoria, y horas más tarde fui a correr una distancia que nunca había recorrido antes por esta motivación del cuadro nacional. Días después México cayó 2-0 frente a Brasil en una de las semifinales, pero el sábado 17 de junio venció 2-1 a Chile para cerrar un gran torneo.

En cuanto a otros puntos a resaltar, al parecer el torneo sudamericano se disputará cada cuatro años y ya no será cada dos o tres años como sucedía antes. Es una lástima que sea cuatro años como sucede con la Copa Mundial y la Eurocopa de Naciones. Por lo menos, en este último torneo participan 16 selecciones y existen un amplio proceso eliminatorio para acceder a la Eurocopa; en contraste, en la Copa América sólo participan doce equipos nacionales y no hay un proceso eliminatorio de por medio. Ojalá que la invitación de la Conmebol se extienda de dos a cuatro selecciones para que sea un torneo con dieciséis para que valga la pena la espera.

El formato de competencia del torneo sudamericano es idéntico al de la Copa Oro, participan doce selecciones: las diez que integran a la Conmebol y dos invitadas que son ajenas al área (México y Japón, por segunda ocasión en su historia). Califican a cuartos de final los dos primeros lugares de cada uno y más los dos mejores terceros lugares, quedando eliminados cuatro conjuntos en la primera fase. Por su historia y tradición deportiva, Argentina y Brasil son los amplios favoritos para adueñarse del título continental, sobre todo el caso del anfitrión que no gana este torneo cuando se proclamó bicampeón en Ecuador 1993 al vencer 2-1 a México con goles de su delantero estrella, Gabriel Omar Batistuta.

Huelga destacar que aquél título ha sido el más reciente que ha logrado una selección mayor de Argentina, por lo que ya son 18 años para una potencia mundial en este deporte que se presume como la mejor “fábrica de talentos” exportados a las mejores ligas europeas y del mundo. Esta situación de la selección mayor albiceleste contrasta mucho con los numerosos títulos que han ganado sus selecciones con límite de edad durante este lapso, incluyendo dos oros olímpicos de manera consecutiva (2004 y 2008). Ahora Argentina contará con la ventaja de ser local en este torneo, está más que obligada a obtener este campeonato regional y romper con la hegemonía de Brasil quien se ha ceñido cuatro de las últimas cinco coronas (1997, 1999, 2004 y 2007), quien de paso le ganó las dos últimas finales.

Tras la funesta derrota y eliminación de Argentina del pasado Mundial 2010 bajo el mando de Diego Maradona frente a Alemania en cuartos de final (4-0), ésta desnudó el nulo trabajo estratégico del “diego” quien sólo con su ego creía que era suficiente para ganar otro Mundial. Las primero cuatro victorias acumuladas en dicho Mundial, resultaron un espejismo para muchos. Ahora ya está otro entrenador: Sergio Batista, mucho menos famoso y mediático que su antecesor, pero mejor preparado y que fue responsable del bicampeonato olímpico obtenido en Beijing 2008. Además la Albiceleste contará en su plantel con la “superestrella” número uno del momento: Lionel Messi, el “ángel exterminador” del multicampeón FC Barcelona y responsable en gran medida de la conquista del tricampeonato de Liga en España y de la Champions League 2011. No sé que tanto le vaya afectar tener un mes sin tanta actividad.

Extrañamente pese a ser el mejor del mundo, Messi no ha ganado nada con la selección absoluta, es más ni en el pasado Mundial 2010 pudo marcar gol. Vuelvo a repetir, son 18 años de sequía sin títulos internacionales para la Argentina mayor, y ahora sus jugadores tendrán una nueva oportunidad para romper ese ayuno. Por parte de Brasil, también está en proceso de renovación tras la salida de “Dunga” como su técnico en Sudáfrica 2010 y la llegada de “Mano” Menezes para conformar un cuadro sólido en pos del Mundial 2014. Talento y magia tienen de sobra Brasil como para llegar y ganar la final de la edición 2011. Aunque vale resaltar que no estarán presionados por ganarla, pues saben que tienen el boleto directo para jugar la próxima Copa FIFA Confederaciones.

En cuanto al resto de los participantes para la Copa América 2011, Uruguay y Paraguay apuntan para ser escoltas de los dos gigantes sudamericanos, esto por lo hecho cada uno en el pasado Mundial de Sudáfrica; los Celestes fueron cuarto lugar y cuenta con la figura de su delantero Diego Forlán, mejor jugador en dicho evento. Por su parte, Paraguay por primera vez en su historia alcanzó la fase de cuartos de final y se ubicó en el octavo lugar mundial. Cuenta con una buena base de elementos que juegan en las mejores ligas del mundo. En cuanto al resto de los participantes, ninguno cuenta con argumentos sólidos para quedar entre los primeros cuatro del torneo, si acaso Chile que podría aprovechar la ventaja de la cercanía geográfica que tiene con Argentina y por las mismas condiciones climáticas que imperan en julio próximo (de clima templado a frío).


Fuente: Memoria histórica personal (90%), información televisiva (10%)

Fotografía: Gerardo Torrado, levantando la Copa Oro del 2009. Revista 90 minutos, México, D. F., julio 2009, s.p./

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